La experiencia de Susanne Böhmes con el MOTOmed

"Un video móvil borroso muestra mi primer éxito en el Motomed. Eso fue a principios de 2013, unos meses después del accidente, que me dejó casi completamente paralizada de las caderas hacia abajo. Así que me siento en mi silla de ruedas frente al dispositivo ergométrico y leo con orgullo la pantalla como Bolle, que certifica que mis piernas, que acaban de perder su función, son capaces de funcionar por sí solas. Aunque pueda sonar arrogante llamar a menos de un vatio "potencia", fue un gran avance para mí en mi camino a convertirme en una persona de a pie.
 
Había estado entrenando con el Motomed durante algún tiempo - con mis brazos, para calentar para el entrenamiento en la sala de pesas y con mis piernas, en ese momento todavía como entrenamiento mental puro. Por supuesto, también podía acostarme en la cama y visualizar movimientos, siempre con la esperanza de que mi cuerpo finalmente se sintiera obligado a reparar algo por los impulsos nerviosos que llegaban constantemente. Pero seamos honestos, es mucho más fácil imaginar movimientos y participar mentalmente cuando realmente los ves. Lo bueno del Motomed es que puede mover mis piernas sin ninguna fuerza muscular propia. Pero también reconoce los impulsos más leves de movimiento y luego me permite pedalear a mí misma. Si pierdo fuerza, el motor vuelve a tomar el relevo y sigo entrenando mentalmente.
 
A los innumerables días de entrenamiento le siguieron algunas experiencias notables.  Cuando mis piernas se volvieron tan fuertes que ya no necesitaba el soporte del motor, comencé a regular una ligera resistencia de vez en cuando. Como en el pasado, hice "paseos" más largos a un ritmo moderado, alternando con otros más cortos con más resistencia y entrenamientos a intervalos regulares, lo que me permitió superar cada vez más los límites de mi rendimiento.
 
El éxito no llegó de la noche a la mañana, pero lo hizo. Casi un año después del accidente, pude volver por primera vez a ponerme de pie durante un segundo por primera vez. Aprendí a caminar distancias cada vez más largas con cada vez menos ayuda. Hoy practico los primeros pasos de forma libre y en los últimos años he probado muchas variantes de entrenamiento. A menudo tuve que determinar cuánta creatividad se requiere para encontrar los ejercicios correctos en cualquier momento, porque (afortunadamente) se han producido cambios continuamente . Esto demuestra la ingeniosa versatilidad del Motomed, que me ha acompañado casi desde el principio en la terapia y lo sigue haciendo hoy en día".
 
Por cierto, aquí podéis ver el vídeo:
 
 
 
Saludos,
 
Susanne Böhme
 
Más información sobre Susanne Böhme la encontraréis en este enlace : http://wingsuit.de/
 
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